06 octubre 2010

Un nuevo día, una nueva oportunidad..

El Lunes pasado viví algo q solamente vi en películas, quedé muy asustada y a la vez agradecida a Dios por guardar mi vida.
Eran las 5:45 de la tarde, todo iba bien, el carro iba a velocidad, y solo sentí q comenzaba a tambalearse de una manera muy brusca, yo no sabía lo que ocurría; el chofer estaba desesperado y me di cuenta q se le habían vaciado los frenos. El carro se pasó la luz roja y chocó con otro carro grande q también llevaba pasajeros, el choque fue fuerte y no amortiguó su velocidad y siguió en marcha. La desesperación comenzó a tomar lugar en la escena, todos gritaban y trataban de salir, ya que venía una bajada y el carro tomaría más velocidad y quizás se volcaría.
En un momento como este yo solo pensaba: Quizás no salga de esta situación. Comencé a asustarme más y reaccioné, la gente se empujaba desesperada por saltar del carro, yo iba en el último asiento. Al final de todo hice algo que probablemente jamás haría: Salté.
No me caí a pesar de los empujones, no me rasguñé, salí ilesa.. Yo no soy muy ágil, y sé q hubiera caído mal.. Sé q alguien me ayudó, como ayudó a todas esas personas a bajar. Fue Dios, El estaba presente.

Yo tomé esta experiencia para darme cuenta que El siempre está en los momentos más difíciles, y aunque nosotros no podemos verlo con nuestros ojos físicos, El está siempre allí.
Quizás hoy estuviera en un hospital, o quizás le darían una mala noticia a mi familia, quizás no estuviera aquí. Pero Dios en su infinita misericordia, nos hace vivir días nuevos, y esos días significan nuevas oportunidades para volver a empezar y enmendar nuestras vidas.
Cumplir ese propósito, el Supremo llamamiento...
A veces no es necesario pasar por un problema así para darnos cuenta q al abrir nuestros ojos, tener vida y respirar, es una nueva oportunidad de Dios. Vivamos cada día como si fuera el último, santifiquémonos como si El regresara en este mismo segundo. Vivamos una vida de la que no tengamos q avergonzarnos, y podamos levantar el rostro en alto sabiendo q tenemos no solo su respaldo, sino también su aprobación.
Eso es todo, ya estoy bien... Dios nos protege, Dios nos guarda cada día!

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