24 noviembre 2010

Sobrenatural...

Un lenguaje común en la búsqueda de explicar al ser mas increíble del universo, ese famoso personaje que nunca ha dejado de ser o hacer historia, lo inexplicable e incomprensible que posee un amor que por mas que se viva parece nunca acabar, lo inalcanzable que la palabras no logran abarcar al escribir: JESÚS.
Intentos varios de llamar la atención de gente que ha olvidado el sabor de su amor y la ternura de su perdón, su gracia y misericordia. El fracaso, muerte silenciosa, parece entrar en escena. Gritos desesperados de exponer una teoría: “pasión por Jesús”, algo muy escuchado pero poco vivido. Hacer entrar en razón al ser humano en el sentido de que debe haber algo más real, algo más personal. Encerrar a Jesús en una jaula religiosa, con marco teórico, puntos y comas, explicarlo con pensamientos humanos, es un intento fallido y absurdo de vivirlo, tocarlo, sentirlo, amarlo, conocerlo y adorarlo.
Jesús, ¿hombre? ¿profeta? ¿pensamiento? ¿vibra? ¿religión? ¿teoría? ¿ficción? ¿cuento? Muchos huyen de Él, otro lo persiguen, muchos han oído el nombre y pocos lo creen. Sus hechos son tangibles, la ciencia, religión y ficción, lo cuentan, lo estudian. La tierra entera, el universo completo son prueba palpable y verdadera de que alguien se interesa mucho por su gente. La historia lo vio y sus páginas se llenaron de relatos que contenían su poder, los caminos lo tuvieron, los paisajes lo reconocen, no lo pueden decir pero su naturaleza, su creación lo grita: ¡Jesús es real!
Jesús… ¡wow! Sólo decirlo es impresionante, ¡sólo pensarlo es increíble! Sólo trato de decirle a mi generación lo que Jesús es para mí, todo lo que me hace sentir, lo que siento por Él, lo que me hace vivir, el motivo de mi locura, la razón de mi vida, ¡Jesús!
Más que una religión, mi relación. Más que una teoría, mi realidad. Más que un pensamiento, mi verdad. Más que alguien imposible de alcanzar, mi mejor amigo. Quien me mostró que para amar hay que morir. Quien su vida nunca me negó. No sé qué es lo que Jesús vio en mí. Pero le doy gracias por ser mi Dios, mi amor y mi pasión. ¡Sólo quiero gritarlo a toda nación! Lo que ese nombre pareciera normal para muchos, para mi ha sido sobrenatural e inusual.
¡Sólo quiero explicar mi pasión por Él! ¡Mi razón de estar aquí!¡Sólo intento decir que Jesús es más real, más personal!
Un lenguaje común en la búsqueda de explicar al ser mas increíble del universo, ese famoso personaje que nunca ha dejado de ser o hacer historia, lo inexplicable e incomprensible que posee un amor que por mas que se viva parece nunca acabar, lo inalcanzable que la palabras no logran abarcar al escribir: JESÚS.Intentos varios de llamar la atención de gente que ha olvidado el sabor de su amor y la ternura de su perdón, su gracia y misericordia. El fracaso, muerte silenciosa, parece entrar en escena. Gritos desesperados de exponer una teoría: “pasión por Jesús”, algo muy escuchado pero poco vivido. Hacer entrar en razón al ser humano en el sentido de que debe haber algo más real, algo más personal. Encerrar a Jesús en una jaula religiosa, con marco teórico, puntos y comas, explicarlo con pensamientos humanos, es un intento fallido y absurdo de vivirlo, tocarlo, sentirlo, amarlo, conocerlo y adorarlo.Jesús, ¿hombre? ¿profeta? ¿pensamiento? ¿vibra? ¿religión? ¿teoría? ¿ficción? ¿cuento? Muchos huyen de Él, otro lo persiguen, muchos han oído el nombre y pocos lo creen. Sus hechos son tangibles, la ciencia, religión y ficción, lo cuentan, lo estudian. La tierra entera, el universo completo son prueba palpable y verdadera de que alguien se interesa mucho por su gente. La historia lo vio y sus páginas se llenaron de relatos que contenían su poder, los caminos lo tuvieron, los paisajes lo reconocen, no lo pueden decir pero su naturaleza, su creación lo grita: ¡Jesús es real!Jesús… ¡wow! Sólo decirlo es impresionante, ¡sólo pensarlo es increíble! Sólo trato de decirle a mi generación lo que Jesús es para mí, todo lo que me hace sentir, lo que siento por Él, lo que me hace vivir, el motivo de mi locura, la razón de mi vida, ¡Jesús!Más que una religión, mi relación. Más que una teoría, mi realidad. Más que un pensamiento, mi verdad. Más que alguien imposible de alcanzar, mi mejor amigo. Quien me mostró que para amar hay que morir. Quien su vida nunca me negó. No sé qué es lo que Jesús vio en mí. Pero le doy gracias por ser mi Dios, mi amor y mi pasión. ¡Sólo quiero gritarlo a toda nación! Lo que ese nombre pareciera normal para muchos, para mi ha sido sobrenatural e inusual. ¡Sólo quiero explicar mi pasión por Él! ¡Mi razón de estar aquí!¡ Sólo intento decir que Jesús es más real, más personal!

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